martes, 17 de abril de 2007

Homenaje a un amigo

Ayer me mandó mi hermanillo un hoja de la Tribuna del Henares (si mal no recuerdo) escaneada. Es una carta al director que un amigo de mi padre escribió hace unos días en el periódico. Es algo muy bonito. Según iba leyéndolo estuve pensando en todas las veces que he intentado escribir algo, algo similar. Siempre he tenido que parar... no puedo escribir más que esta introducción y transcribir la carta:

Homenaje a un amigo

Señor director:

Suele ocurrirnos a quienes sabemos valorar en su justa medida a aquellos que enriquecen de alguna manera nuestras vidas, que nos queda de estas personas un agradecido grato recuerdo, por cuanto nos fue enseñado y tuvimos ocasión de aprender de un género de personas que de una manera u otra han estado ligados a la importante tarea de difundir la cultura y educar, aunque no haya sido a través de un magisterio formalmente reconocido. Este sería el caso de un bibliotecario de San Fernando que hoy hace ya cinco años que nos dejó.

Quisiera que estas palabras mías fueran, ante todo, de respetuoso recuerdo y homenaje hacia su persona, familia y amigos, así como hacia todos aquellos que tuvimos ocasión de conocerle y tener conciencia de su notable calidad humana.

Juan Carmelo Iglesias fue, como he dicho, una de esas personas que, desde el anónimo día a día y desde su humilde puesto de bibliotecario, hizo una discreta pero notable labor al servicio de la educación y la cultura de los jóvenes sanfernandinos, sin menospreciar al reconocer esto la que hoy continúan haciendo sus compañeros.

Fue un hombre comprometido con la realidad de su tiempo y los problemas que el mismo comportaba. Granadino de nacimiento pero sanfernandino de corazón, supo transmitir a quienes tuvimos la ocasión de conversar ancho y tendido con él una serie de valores éticos que, expuestos con sencillez, nacen de la capacidad del individuo de pensar por sí mismo, de analizar la realidad que le rodea y de sacar sus conclusiones, para expresar con ello las opiniones que libremente puedan ser expuestas, al objeto de enriquecer el debate que por medio del diálogo es condición ineludible para el desarrollo de cualquier sociedad democrática, consciente desde el ámbito individual de la responsabilidad que, en particular, todos tenemos respecto a los problemas que nos afectan como colectividad.

Es de agradecer poder encontrar personas así, con las que se podía disfrutar de la conversación constructiva, y es muy de lamentar por ello su pérdida. Cinco años después de su marcha, he querido rendirle este humilde homenaje y voy a concluirlo recordando unos versos de Miguel Hernández:

“Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te derribaron.
A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma… compañero”


Luis Ángel Zas

Mil besillos a todos (y a vivir la vida que son dos días y se nos escapan en un abrir y cerrar de ojos).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya... precisamente "Elegía a Ramón Sijé"... Que inoportuna casualidad...

Pero tambien dice:

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.



Si todos tus amigos estamos orgullosos de tí, imagina cómo lo estará él...

Un abrazo, Nana!

@PlataformaCívicaSanFernando dijo...

Me alegra que mi carta llegara a oidos de sus familiares.

En realidad, era lo menos que podía hacer.

Lo que escribí, lo escribí más con el corazón, que con la mente.

Un saludo.

Luis Ángel Zas Rodríguez

http://zasociatasanfer.blogspot.com